Tras casi mes y medio, por fin puedo decir que he conseguido estabilidad en Milán. Aún quedan algunas cosas por hacer para estar asentado 100%, pero todos empezamos a sentir Milán como parte de algo nuestro y no como un lugar hostil en el que somos meros extranjeros con problemas burocráticos.
Nuestra casa se ha amoldado a nosotros y nosotros a nuestra casa, conocemos nuestro barrio y los rincones que merecen ser frecuentados...