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domingo, 19 de septiembre de 2010

Milan - Catania

 Creo que si los tifosi (seguidores del calcio en Italia) viniesen a España y viviesen una de las típicas tardes en el Calderón en las que a más de un señor mayor del atleti está a punto de darle un jamacuco... Morirían todos en el acto.
 Os pongo en situación. Partido del calcio Milan - Catania (A priori partido fácil para el Milan, el Catania marcha en los puestos de la 2ª mitad de la tabla) Estamos en el Vespa Cafe, y todo el mundo se arremolina al rededor de la televisión. Tanto en Lecco como en Milan,  45% de la gente del Milan y 45% del inter. El otro 10% de la Roma, la Juve... De repente empieza el partido y toda la gente chillando, nerviosa, agarrandose de la pechera unos a otros... Cualquiera diría que en realidad era un partido soso, aburrido, con pocas ocasiones por parte de los dos equipos... al más puro catenaccio italiano... Resumen: Empate a uno.
 La única cosa reseñable el golazo del Catania, que enmudeció a los tifosi del milan y desbordó a los del inter... y nada más.

 Lo dicho, estos en el Calderón, mueren en el acto por todos los señores mayores del atleti.


 Ayer más historias para no dormir...
Había quedado con Federico a la hora del pranzo (comida) que aquí hacen sobre las 12:00/12:30, pero cuando bajé a la calle por la mañana para hacer la compra... Lluvia torrencial. Creo que no voy a poder coger la bici para ir al Vespa.
Rebusco en los cajones de la casa y encuentro un paraguas cochambroso, que a priori me resguardará un poco de la lluvia.
 Salgo para cojer el autobús para ir al bar con Federico. Después de estar esperando unos 10 min, veo en un cartel de la marquesina, que el ticket no se paga en el propio autobus, sino que hay que ir a un tabacchino (estanco) o una de las tiendas que indica. Intento buscarlo, en lo que mientras tanto, empiezo a notar que estoy caladísimo. La tela del paraguas es taaaan mala, que el agua la traspasa y me cae encima como si no llevase nada. A todo esto, cuando llego al tabacchino, que no está precisamente cerca... cerrado.

 Decido ir a casa, cambiarme y buscar un sitio para comprar un paraguas. Llamo a Federico y le digo que sintiendolo mucho, no podre ir a comer con él.
 Buscando y preguntado descubro que al lado de mi casa, hay un centro comercial que no está nada mal. Allí compro un paraguas y descubro una tienda de zapatos enorme, que sé que a más de una le encantará:


 En fin, ya con mi paraguas, y con mi billete de autobús comprado, me subo al autobús que me han dicho para ir al Vespa, dispuesto a bajarme en la parada de Via Adamello (que es la calle en la que se encuentra el Vespa) El autobus empieza a subir, a subir, a subir... Todo verde, ... No recuerdo que esto esté tan arriba ni tan lejos... Decido preguntarle al conductor y me dice que nos la hemos pasado hace un buen rato... Que es la parada de Via Adamello, pero que se llama Incrocio... ¡¡¿¿??!!  Total que me bajo en medio de... nada. Una montaña, un rio, una parada de autobús,... ningún rastro de vida humana. Pero finalmente, tras unos 20 min de espera (siempre bajo la lluvia torrencial) aparece otro autobús... Que casualidad!! El mismo conductor de antes... Debio pensar que soy retrasadito...

Por la noche, conoci a una nueva amiga de Valentina, Arianna, que me llevó a una fiesta en un pub al lado del lago. Lleno de gente... La gente intentaba hablarme en español... sin éxito.
 Aun así me fui pronto a casa porque estaba bastante cansado después del día ajetreado.

Saludos!

sábado, 18 de septiembre de 2010

Terzo giorno in Milano

 Bueno, parece que las cosas comienzan a ir mejor.
 Anoche fui al bar de Valentina, se llama Vespa Café. El sitio está genial, decorado muy bonito por dentro y por fuera, una música bastante buena, con rock internacional (Mucho de Red Hot, Kravitz, ...) e italiano.
 Alli conocí a Marco, el "hermano" de Valentina, a Federico y a Erica. Y estuve hablando con ellos toda la tarde. Por lo visto mi italiano no es tan malo como imaginaba. Jejeje.
 Ahora me siento un poco el mono de feria, porque estuve con mucha gente y todo el mundo me miraba por ser nuevo y encima extranjero.
 Hoy había quedado con ellos a mediodía, pero lleva lloviendo todo el día. Coger la bici es imposible, y para coger el billete de autobus tengo que ir a un quiosco y esta mañana todos estaban cerrados. Así que esta tarde iré a comprarlo e iré al bar a ver el Milan - Catania con Federico y con Marco.

 Empiezo a entender porque la gente no sale mucho de su casa en esta ciudad. Este es mi tercer día y lleva lloviendo a intervalos desde el día que llegué, de hecho esta mañana era una lluvia que te calaba con 5 minutos que estuvieses expuesto a ella.

 Muchas gracias a todos los que me decís que os gusta mi blog. Y a todos los que me escribís deseandome suerte. Un abrazo a todos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Secondo giorno in Lecco

Hoy he ido a Milan a ver la universidad y a preguntar algunas cosas. No se hace nada pesado los 50 min de ida y los 40 de vuelta, la verdad... Estas a lo tuyo, y te da igual q sean 20 o 50 min... me consuela bastante.
Por lo demás nada reseñable hoy.

Algunas imágenes:


- Mi habitación:






- Otra vista de mi habitación:







- Y otra:






- Lo que se ve por la ventana de mi habitación:





- El salón y la cocina americana:






- El bagno:




- La segunda habitación:



- Lo que se ve desde el salón:






- El parque de enfrente de mi casa:




- Mi facultad:


- Mi universidad:




Espero que os guste.

Primo giorno in Lecco

Bueno, son casi las 17 en Lecco, llevo aquí desde las 10 aproximadamente y ya me ha pasado de todo XD.

 Empezaré por el principio:

 Llegada a Lecco en el tren desde la estación de Bergamo, donde llegué en un autobús desde el aeropuerto, en el cual,
pese a tener tiquet, me colé sin querer XD. Por suerte nadie se percató (ni siquiera yo, hasta que bajé) y no pasó nada.

 En la estación de Lecco me esperaba Stefano, un amigo de Valentina (mi hermana mayor italiana, :) ).
No fue difícil encontrarle, pues le llaman "el rubio" acertadísimamente. Me recuerda a José Luis Calleja. Rollito surfero,
trabaja en la tele en la temporada de "Supervivientes" y ahora como ebanista, pero como dice él, a su ritmo. Por lo que
se le ve bastante relajado.

 1ª prueba: La casa.
 Mi primera impresión es muy buena. Una casa amplia, aunque antigua con dos habitaciones para mí solo. Las vistas son
excepcionales. Tanto por un lado como por el otro de la casa estoy rodeado de montañas enormes. Bañadas por el lago de Lecco.
Uff!! Primer problema... No funciona el gas, no tengo agua caliente ni puedo cocinar aún. Por suerte Stefano llama para solucionarlo
y probablemente el Lunes lo tenga arreglado. Abro la nevera.. 2ºproblema, no funciona la nevera. De momento no puedo almacenar
cosas en ella.
 El resto todo bien, me encanta mi habitación, y para mi sorpresa hay fotos de mis amigos y mi churri!!! me encanta la sorpresa, y me hace
olvidar todos los problemas.

 Se marcha Stefano y me deja solo ante el peligro.

 Decido descansar y duermo hasta las 14.
 Al despertar aprieta el hambre y pongo a prueba mi italiano. Me acerco al supermercado más cercano y... prueba fallida.
De la primera frase que me dice la cajera, no entiendo ni una sola palabra... Tras varios intentos desiste conmigo y decide
empezar a pasar las cosas... :S Hemos empezado mal... Tendré que mejorar bastante

 Llego a casa y dejo la compra, cuando de repente, llaman a la puerta... Quien llamará? Abro y... Dos chicas con una carpeta me hablan
a toda leche mientras la vecina de enfrente (una señora de unos 70 años) se asoma a la puerta; se le escapa el perro y se mete
en mi casa... Dios mio! QUe hago? consigo echar al perro después de perseguirle por la casa y, bajo la atenta mirada de la vecina
curiosa, consigo decirles a las chicas que o hablan mas despacio o no hay nada que hacer. Me dicen algo de una compañia
de luz, entran en casa y me preguntan si busco trabajo. Les contesto que no, y decepcionadas se van... No entiendo nada...
Estos italianos están completamente locos.

 Decido comer un sandwich que me he comprado, ya que no puedo almacenar comida en la nevera ni cocinar. Sienta genial y me dispongo
a arreglar el tema de internet. Me acerco a un Mediaworld (Mediamarkt) que hay al lado de mi casa para recargar el pincho que
me ha dejado Valentina. Bueno... parece que aqui la cosa va mejor. La chica entiende mi problema, y yo a ella bastante bien,
pero tengo que recargar la tarjeta, y me hace esperar a un especialista, que dice que sabe español, pero si eso es español,
yo soy bilingÜe... Aun así, Giusseppe, que así se llama, es un tío encantador... Me dice que la tarjeta está caducada y me dice
que me va a regalar una!! Hablamos de España, de fútbol, y me dice que si necesito cualquier cosa que acuda a él... Tras estar
un buen rato hablando con él, me percato de que es el único dependiente atendiendo y que hay una cola del copón... Detrás de mi
una negrita (lo del diminutivo es retórico, porque la muchacha pesaría sus 120 kilos) con cara de mala hostia me pregunta
que si ya he terminado cuando Giusseppe se levanta para empezar a hacerme la tarjeta, le digo que no y empiezan a decirme
cosas en italiano que no comprendo, pero que supongo que es mejor no hacerlo... Primer dia en Lecco, y casi me pego con
una negra de 120kilos...

 Ahora estoy descansando, esperando a que me llame Giusseppe y poder conectarme de una vez a internet.
Estoy contento porque la casa está bastante bien y la ciudad es preciosa... Pero me planteo varias veces si es mejor la residencia
o un piso compartido, por el hecho de estar solo. Llevo poco tiempo, pero prácticamente solo todo el día, y por ello estoy un poco
de bajón, empezando a echar de menos a todo el mundo.